
Culiacán, Sinaloa.- El Colectivo de Organizaciones y Empresarios (CORE33) manifestó su preocupación por el complejo escenario y de alta complejidad que enfrenta el sector agrícola, con tendencia a la baja de los precios de las hortalizas y el constante incremento de los insumos para la producción de granos, además de la incertidumbre que hay para su comercialización.
El presidente en turno de este colectivo, Luis Enrique Bolaños Amador, advirtió que por lo anterior el sector agrícola opera en condiciones estructuralmente frágiles.
Entre los problemas que enfrenta el sector calificó como el más grave la disponibilidad limitada del agua, pues cada vez se depende más de bombeo de pozos, cuya calidad se deteriora de manera progresiva y se extraen aguas con mayor salinidad y conductividades elevadas, lo que impacta la sanidad de los cultivos, reduce rendimientos y aumenta significativamente los costos de producción por la necesidad de correcciones de suelo y manejo nutricional.
A ello le sumó la creciente escasez de mano de obra, ya que muchos trabajadores están migrando por razones de inseguridad personal o en búsqueda de mejores oportunidades económicas.
Esta última situación, dijo, se explica también porque en Sinaloa los salarios que se pagan en empresas medianas y grandes son entre 1.5 y hasta 2 veces menores que en otras entidades del país, lo que dificulta competir por trabajadores calificados y jornaleros agrícolas.

Adicionalmente, observó que ya se registra una clara caída en las ventas de agroinsumos, servicios de consultoría, logística y comercialización, y esto a su vez se traduce en recortes de personal y una creciente presión para cumplir compromisos fiscales y de seguridad social, particularmente ante instituciones como el IMSS, poniendo en riesgo la estabilidad de muchas empresas vinculadas al campo.
AGENDA DE SOLUCIÓN PROPUESTA POR CORE33
Ante esta situación compleja, aseguró que se requieren acciones coordinadas de corto y largo plazo, y dijo que además de señalar problemas también CORE33 propone una agenda integral basada en cinco ejes:
1- Gestión eficiente del agua, mediante tecnificación de riego, cultivos resistentes a sequía, conservación de suelos y monitoreo permanente de la calidad hídrica.
2- Diversificación de ingresos en las zonas rurales, promoviendo la agroindustria, el turismo rural y el desarrollo de proyectos de energías limpias que complementen la actividad agrícola.
3- Incorporación de tecnologías agrícolas modernas, como agricultura de precisión, automatización de procesos y prácticas productivas sostenibles.
4- Fortalecimiento de alianzas estratégicas entre productores, empresas, universidades, organismos empresariales y gobiernos para compartir conocimiento, atraer inversión y abrir nuevos mercados, y
5- Acceso efectivo al financiamiento productivo, acompañando a los agricultores en la estructuración de proyectos viables que permitan invertir en agua, tecnología e industrialización, y no sólo sobrevivir ciclo tras ciclo.