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«No podemos permitir que se criminalice la esperanza»: Manuel de Jesús Guerrero Verdugo defiende a migrantes desde el Congreso de Sinaloa

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Culiacán, Sinaloa.- Desde la máxima tribuna del H. Congreso del Estado de Sinaloa, el Diputado Manuel de Jesús Guerrero Verdugo, integrante del Grupo Parlamentario de Morena, condenó enérgicamente los recientes operativos de redadas encabezados por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE), calificándolos como actos de intimidación, terror y violencia institucional.

“No se trata de simples operativos policiales. Se trata de actos de intimidación y terror que vulneran los derechos humanos más básicos. Son crímenes de Estado que convierten el miedo en política pública… No podemos permitir que se criminalice la esperanza, que se castigue el anhelo legítimo de un mejor futuro. No podemos quedarnos callados ante la violencia institucionalizada. No hablamos de cifras ni estadísticas. Hablamos de seres humanos”, expresó con firmeza el legislador.

Guerrero Verdugo enfatizó que el derecho a migrar es un derecho humano reconocido por organismos internacionales y que ninguna política puede estar por encima de la dignidad de las personas. Llamó a no ser indiferentes ante la persecución de miles de familias migrantes que hoy viven con temor, incertidumbre y trauma.

En ese sentido, el Diputado destacó la postura clara de la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, quien ha señalado que estas acciones son inaceptables. Asimismo, hizo eco del llamado del gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, para unificar voces y rechazar sin distinciones partidistas la criminalización de los migrantes.

“Les pido compañeras y compañeros diputados sumarnos al llamado hecho por la Presidenta y el gobernador de nuestro estado, el doctor Rubén Rocha Moya, en un rechazo firme y contundente a las acciones migratorias que se están llevando a cabo en Estados Unidos, sin importar colores, ideologías y partidos”, invitó el diputado.

El legislador morenista, señaló la importancia de asumir la postura de una política exterior firme, digna y profundamente humanitaria, que garantice el respeto irrestricto a los derechos humanos de todas las personas migrantes, sin importar su estatus legal.

 “Hoy más que nunca debemos ser la voz de los que han sido silenciados. Hoy más que nunca debemos alzar el rostro y decir con claridad: ¡Ningún ser humano es ilegal!”, concluyó.