
Culiacán, Sinloa.- Al cumplirse un año de violencia continua en Sinaloa, el presidente del Comité Directivo Estatal del PRI, César Emiliano Gerardo Lugo, señaló que este periodo ha estado marcado por el dolor, la zozobra y la desilusión de miles de familias que hoy viven con miedo, inseguridad e incertidumbre.
“Son 365 días, 8,760 horas, 525,600 minutos en los que la violencia se ha vuelto costumbre, donde la única respuesta del Gobierno ha sido llenar las calles de soldados, sin que la vida de las familias sinaloenses mejore”, afirmó.
Gerardo Lugo subrayó que las cifras de este año son un reflejo del fracaso de las autoridades: 1,709 asesinatos, 2,323 personas privadas de la libertad, 6,526 vehículos robados, 40,000 empleos perdidos y 2,000 negocios cerrados.
“Cada familia que ha perdido un ser querido, cada hogar que vive en la incertidumbre, es testimonio de un gobierno ausente que ha permitido que la violencia paralice la vida cotidiana, afecte negocios, escuelas y la movilidad misma de las comunidades”, dijo.
El dirigente priista cuestionó: “¿Qué más hace falta? ¿Acaso un año no es suficiente para que el Gobierno entienda que la sociedad está cansada, aterrorizada y desprotegida?”
Puntualizó que este desastre no es accidental, sino el resultado de políticas públicas fallidas, de la falta de coordinación entre autoridades federales, estatales y municipales, así como de la ausencia de programas efectivos de prevención y protección.
Asimismo, César Emiliano Gerardo reiteró que el PRI es la fuerza política que defiende a México frente al populismo autoritario que amenaza con dividir al país y destruir sus instituciones.
“El PRI protege a Sinaloa y a su gente, a campesinos, a jóvenes, a madres trabajadoras y a familias que merecen seguridad, empleo y bienestar. Defender a México y a Sinaloa significa defender la democracia, la libertad de expresión y la pluralidad política”, subrayó.
Expresó que el amor por México no se mide en discursos vacíos ni en encuestas, sino en resultados tangibles: hospitales que funcionen, escuelas que enseñen, empleos que sostengan familias y políticas que generen desarrollo.