

Los Ángeles CA.-Muchos records se impusieron con las 18 entradas y las seis horas con 39 minutos de juego entre los Toronto Blue Jays y Los Ángeles Dodgers, en el duelo 3 de la Serie Mundial edición 121. Que al final terminaría con jonrón de Freddie Freeman en la entrada 18 para deshacer el empate a 5 carreras.
Aquí algunos de esos records: siete años después de que los Dodgers y los Medias Rojas establecieran un récord para el Clásico Otoñal con una batalla de 18 innings, la historia se repitió la noche del lunes en el Dodger Stadium.
Los 19 lanzadores combinados que se utilizaron fueron la mayor cantidad en un juego en la historia de la postemporada.
Se realizaron 609 lanzamientos, 48 más que en cualquier otro juego de playoffs/Serie Mundial desde al menos el 2000.
El juego duró seis horas y 39 minutos, el segundo más largo en la historia de la postemporada por tiempo, detrás de las siete horas y 20 minutos del Juego 3 del 2018.

En el cuarto episodio y con dos a bordo, el cátcher mexicano Alejandro Kirk, disparó un cuadrangular de 394 pies y 102.7 millas por hora frente a una curva del abridor de Los Ángeles, Tyler Glasnow.
Fue el quinto jonrón de esta postemporada para Kirk, lo cual empató el récord de todos los tiempos para un receptor en playoffs/Serie Mundial. En ese sentido, comparte la marca ahora con Cal Raleigh (este mismo año con Seattle) y el puertorriqueño Sandy Alomar Jr. (1997 con Cleveland).
Por su lado el “unicornio” Shohei Othani, se convirtió en el primer jugador de la historia con tres encuentros con múltiples cuadrangulares en una sola postemporada: El lunes, el Juego 1 de la Serie del Comodín contra Cincinnati y la hazaña antes mencionada en la SCLN vs. Milwaukee.
Además de sus dos estacazos el lunes, Ohtani también disparó dos dobles. Sus cuatro extrabases empataron la marca para un partido de Serie Mundial, que ahora comparte con Frank Isbell, quien lo hizo en el Clásico de Otoño de 1906.
Y como si todo eso fuera poco, Ohtani se convirtió en el primer jugador en la historia de la postemporada en embasarse nueve veces en un partido, con sus cuatro imparables y cinco bases por bolas — cuatro de ellas intencionales.
