
Este fin de semana una caravana de vehículos federales fue vista intentando ingresar al estacionamiento del Dodger Stadium en Los Ángeles, lo que generó alarma entre trabajadores del estadio y miembros de la comunidad. En redes sociales comenzaron a circular versiones que señalaban la presencia de agentes de ICE (Servicio de Inmigración y Control de Aduanas), lo cual provocó preocupación en una ciudad con una gran población migrante. A pocas horas de un partido entre Dodgers y Padres, surgieron temores de que el estadio se convirtiera en escenario de una redada.
En respuesta, la organización de los Dodgers emitió un comunicado aclarando que se trató de un intento por parte de agentes federales de ingresar a las instalaciones, solicitud que fue denegada. “No se permitió el acceso de ningún agente de ICE a las propiedades de los Dodgers”, afirmaron en su cuenta oficial de X (antes Twitter). Aseguraron además que el juego se llevaría a cabo con normalidad y que el estadio seguiría siendo un espacio seguro para todos los aficionados, sin importar su estatus migratorio.
Posteriormente, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) aclaró que los agentes no eran de ICE, sino de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP). Según esta versión, los oficiales utilizaron brevemente el estacionamiento como punto de reorganización tras realizar detenciones en un establecimiento cercano, sin intención de realizar operaciones dentro del estadio. A pesar de esto, el incidente generó manifestaciones afuera del recinto, con activistas y ciudadanos protestando contra lo que consideraron una forma de intimidación a la comunidad inmigrante.
El suceso reavivó el debate sobre la presencia de agencias migratorias en espacios públicos y deportivos. Diversos grupos de derechos civiles exigieron garantías para que lugares como el Dodger Stadium se mantengan libres de operativos migratorios. Figuras como el pelotero Kiké Hernández y el histórico cronista Jaime Jarrín expresaron su apoyo a la comunidad latina, recordando la importancia de mantener un ambiente seguro y acogedor para todos los fanáticos del béisbol. Mientras tanto, los Dodgers evalúan nuevas formas de apoyar activamente a los inmigrantes ante posibles futuras tensiones.